Sonia Verswyvel Y La Lucha Contra Las Adversidades
Febrero 16 de 2005
Le tocará pagar doble lugar , respondió el encargado del parqueadero, cuando Sonia Verswyvel le dijo que necesitaba más espacio para estacionar su carro, porque era discapacitada. Esta es sólo una de las dificultades a las que a diario se ven enfrentadas las personas discapacitadas, como Sonia, que pese a las adversidades han sacado fortaleza del amor de sus familias, de la fe en Dios y de las ganas de valerse cada día por sus propios medios.
"Le tocará pagar doble lugar", respondió el encargado del parqueadero, cuando Sonia Verswyvel le dijo que necesitaba más espacio para estacionar su carro, porque era discapacitada. Esta es sólo una de las dificultades a las que a diario se ven enfrentadas las personas discapacitadas, como Sonia, que pese a las adversidades han sacado fortaleza del amor de sus familias, de la fe en Dios y de las ganas de valerse cada día por sus propios medios.
Sonia fue una de las sobrevivientes de aquella fatídica noche del 7 de febrero de 2003, cuando un carrobomba, no sólo acabó con las instalaciones de uno de los centros sociales más importantes del país, sino con la vida de cientos de familias que se encontraban en ese momento en El Nogal.
Sin embargo, y pese al poco tiempo que ha pasado, a la fractura en su cráneo que le arrebató los sentidos del gusto y el olfato y las graves lesiones de su columna, Sonia se ha convertido en un ejemplo digno de admirar.
No en vano a los 17 meses de haber ocurrido el atentado, y con una disciplina inquebrantable que la llevó a realizar 7 horas diarias de rehabilitación, fue nombrada Directora de la Fundación Club El Nogal, que nació para ayudar a las víctimas del terrorismo en Colombia. Con la Fundación Club El Nogal, pretenden Promover valores para la convivencia pacífica entre los colombianos y desarrollar el plan Padrinos para los niños víctimas del terrorismo.
El primer gran acto de la Fundación que ella preside, será hoy cuando se pongan a la venta los múltiples de la Escultura Homenaje 7 de febrero de 2003, con la que el maestro Eduardo Ramírez Villamizar quiso rendir tributo a las víctimas y sobrevivientes de esta tragedia.
Sonia Werswyvel, a través de su fundación, busca ayudar a las víctimas del terrorismo.